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¿Has limpiado recientemente tus muebles y pisos, pero ya puedes ver polvo acumulado nuevamente? Sabemos lo frustrante que puede ser. Pero no te preocupes, con estos consejos caseros podrás retrasar la aparición del polvo en tu hogar. No desaparecerá por completo, pero sí tardará más en aparecer. ¡Toma nota!
La primera idea es hacer tu propio repelente casero de polvo. Mezcla dos tazas de agua, una taza de vinagre, dos cucharadas de aceite de oliva y dos gotas de jabón líquido de lavavajillas. Pon todo en una botella con atomizador y durará mucho tiempo. Puedes usarlo tanto para pisos de parquet como para muebles.
Ahora, vamos con los trucos específicos para las diferentes superficies:
Muebles de madera: aplica una mezcla de aceite vegetal, aguarrás y vinagre en proporciones iguales sobre una bayeta de microfibra. Verás la diferencia…
Pisos de madera: después de limpiar con el producto que uses habitualmente, pasa una mopa húmeda en vinagre blanco de limpieza y enfócate en los rincones.
Textiles: cortinas, alfombras… Si quieres que tarden más en acumular polvo, remójalas en agua con sal gruesa antes de lavarlas.
Espejos y cristales: aunque puedan acumular más huellas que polvo, agrega unas gotas de glicerina al agua que uses para limpiarlos y así retrasar la acumulación de polvo.
Plantas: cuanto más grandes las hojas, más polvo acumulan. ¿Sabías que la cerveza puede ser tu aliada para limpiarlas? Empapa un paño en un poco de cerveza y verás cómo tarda más en acumularse el polvo.
Pantallas: ya sean de televisión o computadora, a menudo no nos damos cuenta de que acumulan polvo con facilidad cuando están expuestas directamente al sol. La solución es utilizar filtros de café empapados en un poco de agua destilada.
Tapicería de sillones: no olvides aspirarlos mientras pasas la aspiradora en el piso. Si la tela es de algodón, te ayudará pasar un paño húmedo con agua y vinagre de limpieza.
Además de estos consejos, hay otros elementos que pueden ayudarte a retardar la aparición del polvo en tu hogar, como un purificador de aire para minimizar las partículas en suspensión o cortinas anti-polvo con tejido especial para evitar la adhesión de polvo. También hay pinturas que ayudan a combatir ácaros y bacterias, aunque no son la solución definitiva.