Las hipotecas se han convertido de nuevo en el producto estrella de los bancos. Con un mercado inmobiliario en pleno crecimiento, y una clima de pseudo euforia, el sector financiero ha querido arrimar el agua a su molino y mejorar sus ofertas.
Desde 2011, en plena crisis, los nuevos propietarios que necesitaban hipotecas, ante la situación vivida y la fluctuación del Euribor entre 2006 y 20011, han ido acercándose más a las hipotecas a tipo fijo, y a día de hoy, representan el 40,2% del total. En sólo un año, el porcentaje ha crecido un 4%, según los últimos datos publicados por Banco de España (BdE). La futura subida de tipos de interés y el crecimiento escalonado del Euríbor -indicador de referencia para la mayoría de hipotecas- nos hace pensar que la alternativa más rentable es endeudarnos a tipo fijo.
Los descuentos en las hipotecas a tipo variable parece que han tocado techo con el cambio de tendencia del Euríbor y, ahora, tendrá -se cree- un impacto en los préstamos hipotecarios. De hecho
El tipo de interés medio para las hipotecas a tipo variable es del 2,3%, mientras que el tipo para las hipotecas fijas es del 3,12%. Pese a que son tipos más altos, los bancos mueven ficha para ofrecer precios competitivos.
Los plazos son variados en este caso: puede solicitarse desde 14 años hasta 30 años y los tipos de interés variarán en función del plazo que elijas.
La banca prefiere las hipotecas a interés fijo para evitarse problemas, pero dudo que al hipotecado le interese, de momento, ya que las subidas anuales del Euribor son muy pequeñas, 1 euro, o 2 al mes, y además la nueva Ley Hipotecaria contemplará una comisión de amortización por reembolso anticipado mayor en el caso de los contratos a tipo fijo que en los de tipo variable, con el fin de dar más estabilidad al sistema financiero.
La ponencia de la Ley Hipotecaria, que tiene previsto finalizar sus trabajos este martes en la Comisión de Economía del Congreso, incluirá una comisión por reembolso anticipado que protegerá a los bancos ante el mayor coste que tienen que asumir al constituir una hipoteca a tipo de interés fijo.
Y es que en el caso de los contratos hipotecarios con tipos fijo, la entidad financiera debe garantizar las coberturas de ese interés (que actualmente es más alto que el variable) así como la financiación a largo plazo.